sábado, 3 de diciembre de 2016

Ultimo mes del año.

Siempre me ha emocionado la navidad, los propósitos, el año nuevo, las compras,  morder las uvas, usar el tanga rojo, abrazar a la familia, el porche, el olor a pólvora, las luces artificiales por el cielo... Voy a ser sincera, en estas épocas siempre termino rezando, me abrazo a mi misma y en ese acto intento abrazar a los demás, me imagino que todo el amor que me estoy dando a mi, se lo doy a los demás. Una vez una conductora de televisión hizo un brindis, decía que ella brindaba por todas esas personas que en estas fechas se encuentran solas, que no tienen cerca a alguien a quien decirle un te quiero. Lo recuerdo como si fuera ayer, también, en un articulo que leí en interne, me enteré que Robbie Williams había compuesto Angel una noche de diciembre fría y solitaria. Y pensé, nosotros los seres humanos somos muy afortunados, porque tenemos la dicha de ver un día nuevo, de olerlo, de poder tomar una tarde de invierno el metro e ir mirando por el espejo y pensar todo lo que deseamos. Hoy abrazo a los que están allá fuera y pido por ellos, porque cada día haya gente que los ayude, que los abrace, que los amé por el simple hecho de existir... El mes de Diciembre ya llego y llego con más sueños que nunca, otro año esta por comenzar, otras aventuras, otras lagrimas, otras risas, otros besos, un nuevo novio, el terminar de pagar la hipoteca de la casa, pagar la primer letra del coche, sacar un diez por fin en mate, yo que sé. Siempre he creído que un año nuevo no te hace cerrar la puerta y abrir otra,  hoy sigo pensando igual, pero ahora creo que si ponerle esperanza al año nos ayuda a sentirnos más vivos, vamos, que hay que meterle todos los sueños posibles a ese barco y no dejarlo que se hunda, navegar día con día hasta poder tocar tierra de nuevo. No me queda nada más que desearles una feliz navidad, un feliz año y que el universo siempre, siempre, siempre conspire a su favor. 





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